Una serie: El robo del siglo
Esta miniserie colombiana en Netflix de seis episodios de alrededor de 40 minutos tiene muchas virtudes. Se basa en una historia real, que es desmesurada e increíble, pero que uno sabe que puede pasar en América Latina: la del que sigue siendo el robo en efectivo más grande de la historia, que tuvo lugar en el Banco de la República en Valledupar. Es emocionante y tiene momentos de aguardiente, vallenato y locura tan bien hechos como en una buena película de Guy Ritchie o David O. Russell. Y sobre todo está bien actuada, por todo el mundo allí, que rezuma autenticidad y comedic delivery, en particular por lo que me parece un dúo actoral equiparable a Jack Lemmon y Walter Matheau: el que forman desde la magnífica serie El patrón del mal esos grandes actores que son Andrés Parra y Cristian Tappan. Solo por ellos vale la pena.
Una película: Last Night in SoHo
En el presente, una muchacha huérfana con sensibilidad tal vez paranormal (Thomasin McKenzie, de Jojo Rabbit) deja un pueblo inglés para empezar a estudiar diseño de moda en Londres. Su afán por avanzar rápido y su desconcierto ante las reglas sociales de la gran ciudad (con la que nos podemos identificar todos los que nos hemos ido solos a una capital a estudiar al terminar la secundaria) la llevan a tomar decisiones como alquilar una habitación en una vieja casa del barrio londinense de SoHo. En su primera noche allí, esa muchacha viaja al pasado, a los años 60, y se conecta con una cantante de su edad (Anya Taylor-Joy, de The Queen’s Gambit) que empieza a sufrir toda clase de abusos.
Parece una película de Hitchcock, pero tiene muchas cosas buenas del cine de hoy, como la agilidad narrativa y la solidez técnica, y realmente lo atrapa a uno. Yo no esperaba mucho y de verdad me sorprendió, en una época en la que uno le cuesta sorprenderse con lo que ve en pantalla.
Un libro: Generation X, de Douglas Coupland
Los baby boomers, o boomers, nacieron durante el llamado baby boom: el periodo de reconstrucción económica y por tanto fertilidad que en buena parte de Occidente (Venezuela incluida) siguió a la Segunda Guerra Mundial. Los millennials nacieron entre 1981 y 1996; les siguen las generaciones que los demógrafos y mercadólogos llaman Z y Y. Entre los boomers y los millennials estamos los miembros de una generación que a falta de nombre (y de muchas otras cosas) se llama Generación X.
Pero ¿de dónde salió eso? De una novela del mismo nombre, del autor, diseñador y artista visual canadiense Douglas Coupland, que salió en 1991. La trama tiene un aire a lo Decamerón, a Percy Adlon, a Jim Jarmusch: tres amigos viven en un grupo de cabañas en una comunidad californiana al borde del desierto y se cuentan historias. No pasa mucho en sus vidas, y es un poco a propósito, porque no saben qué hacer. No pueden ver el mundo como sus (nuestros) padres boomers, sin ironía y con una especie de fe preestablecida en el futuro; no quieren matarse en vida con trabajo deshumanizante y consumo desaforado como muchos de sus compañeros; no quieren autodestruirse con sustancias. Así que tratan de pasar desapercibidos de la realidad, cosa imposible porque la realidad te alcanza siempre, te escondas donde te escondas. Es una novela de gran vigencia pese a que está muy atada a un momento y un lugar. Y si la consigues en inglés, podrás disfrutar de todo su ingenio. Voy con un párrafo de muestra:
“The Saab won’t start. It alternates tubercular hacking salvos with confused bunny coughs, giving the impression of a small child blending fits of demonic possession with the coughing up of bits of hamburger. A motel guest lodging close to Larry’s parking lot is yelling fuck off from a rear window, but his rancor is not going to ruin this wonderful desert night for us as we’re forced to walk home yet again. The smooth cool air flows over my skin like dry porcelain stilt, and the too-steep mountains are amber tinted like an underwater photo of the Andrea Doria. There is so little pollution that perspective is wrapped; the mountains want to smash themselves into my face”.
Un álbum: A Light for Attracting Attention, de The Smile
Radiohead –sobre la cual podríamos discutir que es tal vez la mejor banda de rock activa en este momento– está en estado letárgico desde su álbum A Moon-Shaped Pool de 2016, pero sus miembros siguen activos. Jonny Greenwood ha estado bien ocupado componiendo extraordinarios scores para cine; Ed O'Brien tiene su proyecto solista EOB; y Thom Yorke ha hecho dos discos solistas, una banda paralela con Flea y la banda sonora del remake de la película de horror de culto Suspiria. Pero además, junto con el baterista Tom Skinner, Greenwood y Yorke crearon una banda nueva a la que llamaron The Smile.
Acaba de salir su primer disco, de casi una hora. A Light for Attracting Attention no es un disco aparte de Radiohead, pero muestra lo que Greenwood y Yorke están pensando musicalmente en este momento. Comparten con el Radiohead actual la exploración de patrones rítmicos y el aire atmosférico de la música, dentro de lo que se ha dado en llamar postrock, pero no suena igual sin O'Brien. Algunas piezas, más que canciones, parecen ejercicios musicales, algunos minutos de experimentación. Un par de tracks podrían estar en un disco de Radiohead. Lo demás no es algo que a uno se le vaya a quedar pegado, pero es sin duda muy bueno. El resultado general, me pareció, es más intelectual que emocional, salvo por un lado: parece decir que Radiohead va a volver. Que esa gran llamarada no se ha apagado. A lo mejor por eso la banda se llama así: por la sonrisa que nos produce a los que estamos esperando que Radiohead regrese.
Un artista: Theo Jansen
Este artista holandés hace esculturas móviles, que llama strandbeest. No como las de Alexander Calder, sino que se desplazan, caminan, gracias al viento. Son de enorme belleza técnica y cinética, una conmovedora fusión de tecnología analógica y naturaleza. Tal vez lo habrás visto en Twitter, pero aquí hay más. Son una cosa como hipnótica.
Un podcast: Blum
Si te gustan las novelas de Haruki Murakami, con sus extraños misterios no del todo explicados, te puede gustar este podcast en español que parece un documental, pero es ficción. Tiene solo nueve episodios de menos de media hora y está tan bien hecho que un late adopter como yo, que llegó tarde al podcast, puede descubrir cuánto puede dar este formato. La trama: una periodista española se obsesiona con una amiga de su novio que desapareció en Suiza tras la pista de una pintora, Ursula Blum, muerta hace mucho. Blum era una surrealista asociada al grupo El Jinete Azul, pero con una muerte trágica y un trabajo secreto que alguien está tratando de ocultar: la búsqueda de una música de la naturaleza que sana el dolor humano. Es una historia sobre el trauma y la belleza que lo absorbe a uno como un buen thriller.
Un autor: Geoffroy de Pennart
Hace unas semanas paseaba con mi hija por un festival aquí en Montreal y en el kiosco de la editorial Gallimard ella reconoció un libro que le encantaba. Me contó que lo habían leído en clase y que todos los libros de ese escritor le parecían divertidísimos. Poco después, y ya en línea con mis intereses en la literatura infantil, me puse a investigarlo a fondo. Geoffroy de Pennart es un autor e ilustrador francés que ha hecho un trabajo muy interesante con los cuentos clásicos (Caperucita Roja, Los Tres Cochinitos, etc.) y sobre todo con el personaje del Lobo. Le ha dado la vuelta de muchas maneras y ha creado una línea narrativa que toma de los cuentos las ideas fundamentales para ponerlas en discusión y, con mucho humor y acierto, revisarlas una y otra vez, sobre todo a los ojos de los prejuicios. Sus libros terminan siendo autoreferenciales y crean un universo rico en el que una vez que te sumerges se te hace difícil querer salir. Recomendadísimo para peques que ya conocen los cuentos clásicos (y de eso vamos a hablar otro día) y a los que queremos ofrecer diferentes puntos de vista sobre un mismo asunto. Estos libros son perfectos para abrir una conversación.
En español están traducidos El Lobo Sentimental, El Lobo ha vuelto y Sofía, la vaca que amaba la música, todos por Editorial Corimbo.
Cynthia Rodríguez es la fundadora de UpaUpa, una web para la preservación de nuestra lengua y la promoción de la lectura en la infancia.
Flipando con Theo James, gracias por descubrírmelo. También escuché hace poquito BLUM, y me gustó un montón. En esa línea, si no has escuchado EL GRAN APAGÓN, te lo recomiendo.