Una serie: Fatma
No le había prestado atención a las series que vienen de la potencia televisiva emergente de Oriente Medio: Turquía. O son telenovelas, que al menos en este momento de mi vida no me interesa ver, o son series de tema histórico con mucha plata pero también mucha imitación de otras cosas como Game of Thrones o Roma de HBO. Pero con Fatma, una miniserie de seis episodios en Netflix, sí caí. No solo porque el formato de las miniseries me resulta muy conveniente (tiene suficiente espacio narrativo como para desarrollar ricos arcos narrativos y ver evolucionar personajes, pero no demanda demasiado del escasísimo tiempo de uno) sino por la calidad actoral y la solidez de su estructura.
Es el tema atemporal y universal de la persona más vulnerable que un día saca fuerzas de donde no tiene para hacer justicia, pero con unos detalles específicos de la sociedad turca con los que sin embargo uno se puede conectar sin problemas. Fatma, quien limpia en un mall y en dos casas, está devastada por la pérdida de su niño pequeño, en circunstancias que se aclaran luego, y que ahora debe buscar a su marido. Seguirla por Estambul te permite ver la fragilidad de esta mujer triste, pobre, a la que nadie respeta, y el contraste frente a su hermana occidentalizada y casada con un tipo rico; las relaciones de los poderes legales y criminales en esa ciudad; la realidad de la migración campo-ciudad; el lado oscuro de la prosperidad turca, etc. Ves muchísimas cosas en menos de seis horas y el personaje se queda contigo. Fatma te hace recordar a la Gloria de Geena Rowlands, y siempre es bueno cambiar de paisaje y de idioma, porque no todo tiene por qué venir de los mismos pocos sitios.
Una película: Spencer
Esta película viene de un sitio del que provienen muchas otras cosas, el Reino Unido, pero lo interesante es cómo está hecha, y cómo cuenta una historia escondida de un personaje que todo el mundo conocía a finales del siglo XX, la princesa Diana. Es una historia de desacomodo, de incompatibilidad, y eso es precisamente lo que transmiten la dirección del chileno Pablo Larraín y la música de Jonny Greenwood (el Radiohead que se ha convertido en un poderoso compositor de score fílmico, como lo mostró en The Power of the Dog). Khristen Stewart se ganó mi respeto con esta Diana llena de manierismos (bueno, como la original, ¿no?), y preparó su personaje estudiando interpretaciones como las de Geena Rowlands (again), pero no en Gloria sino en la magnífica A Woman Under the Influence.
Me resultó muy interesante esta óptica tan distinta a la de la serie The Crown (que me encanta, por cierto). La atención aquí está sobre Diana y su desesperación por huir de un mundo y un rol que detesta, y al explorar ese sentimiento el guion de Stephen Knight agrega nuevas capas: la profundidad de las maneras en que la gente común veía a Diana, la extensión de la paranoia que ella podía sentir en esos castillos, el vínculo con sus hijos.
Un libro: Lieux, de Georges Perec
En 1969, el escritor francés Georges Perec emprendió un proyecto tan imaginativo en su forma y tan ambicioso en su alcance como cabía esperar de un verdadero vanguardista como él. Visitaría 24 lugares de París, dos veces por mes durante 12 años, para escribir 288 textos, la mitad de ellos “reales”, escritos de inmediato a partir de la presencia en esos sitios, y la otra mitad “recuerdos”, redactados desde la remembranza, con el propósito de ver cómo el tiempo modificaba los lugares, su escritura y su memoria. Perec interrumpió la labor en 1972, cuando había escrito 133 textos.
Ahora, cuatro décadas después de que Perec muriera de cáncer de pulmón con solo 45 años, la editorial Le Seuil hizo transcribir las notas manuscritas de Perec y publicó el libro incompleto con el título de Lieux, “lugares”. Tiene más de 600 páginas, unas cuantas imágenes y vale casi 30 euros en las librerías francesas. Lo curioso es que la misma editorial decidió publicar el libro en línea, entero, gratis, en este sitio. Por ahora solo en francés.
Perec no conoció internet pero pudo haberlo imaginado. En su apabullante La vida instrucciones de uso dispuso un complejo universo de historias interconectadas narradas a partir de la revisión de un edificio de apartamentos congelado en un presente narrativo absoluto. Ahora, la versión online de Lieux permite hacer algo muy parecido, porque uno puede leerlo en el orden que quiera, saltando de un sitio a otro, de un momento a otro, entre el 27 de enero de 1969, cuando escribió su texto “real” sobre la plaza Jussieu, y la madrugada del 29 de septiembre de 1975, cuando anotó el texto de un graffitti en la calle Vilin: “trabajo = tortura”. Además tiene mapas, notas, links, textos introductorios, imágenes de los planos que Perec hizo para el proyecto, etc.
Si La vida instrucciones de uso sigue el modelo del rompecabezas y de la casa de muñecas, Lieux sigue el modelo de las ciudades: un lugar donde uno se hace sus rutas o se somete al azar. Lieux no es una novela, como Rayuela, ni una historia de París, aunque te hace pensar en el Estambul de Pamuk y en ese personaje de Paul Auster que cada día toma una foto de una misma esquina de Brooklyn. Es una experiencia derivada de otra, la de escribir en la calle en esos años en esa urbe de la que tanto se ha escrito, y sobre todo un experimento: cómo convertir una ciudad en escritura, atraparla en una red de observaciones y recuerdos. Es un libro inacabado, pero no lo suficiente como para no recordarnos hasta qué punto una urbe está hecha no solo de calles y edificaciones, sino también de ideas, percepciones y recuerdos.
Un álbum: Visto en El Jueves, de Rocío Márquez
Rocío Márquez (Huelva, España, 1985) no es gitana ni tiene lo que uno identificaría como una voz clásica de cantaora de flamenco. De hecho no se parece a otras cantaoras de su generación como Estrella Morente o Alba Molina. Habrá gente que no la considerará una cantaora verdadera, tal vez, en ese ámbito a veces tan purista del flamenco, pero Rocío es una investigadora académica del flamenco, una docente y una intérprete con varios discos y una intensa actividad en escena. Y además, para ella el flamenco es una avenida principal, no la única. Colabora con muchos artistas diversos y en su propia obra resulta ser tremendamente productiva la tensión entre la tradición y la innovación, entre el repertorio flamenco y el del Mediterráneo o América. Un disco de 2019, Visto en El Jueves, es un buen sitio para conocerla. En surcos como “Entorna la puerta” muestra cómo da un paso al lado para proponer otras maneras de hacer flamenco, o cómo hace desde el flamenco “El último organito” de Homero Manzi para redescubrir ese tango. Otros discos de ella son más tradicionales, otros más audaces, pero Visto en El Jueves es como el centro de su espectro. La clave de su diversidad contenida está en su título: todo esto es música que ella ha podido encontrar en el mercado El Jueves de Sevilla.
Una artista: Hania Rani
Conocí a esta joven pianista y compositora polaca gracias al newsletter de Ted Gioia y todavía no termino de explorar el rango de cosas que ha hecho, con la música académica como punto de partida para absorbentes viajes musicales que pueden visitar muchos territorios distintos. Sí, un poco como Rocío Márquez en el flamenco. He conectado mucho con su sensibilidad, y por algo será. Sobre su más reciente proyecto, Home, dice esto: “Uno puede estar perdido pero encontrar un hogar en su parte interior, lo cual puede significar muchas cosas: alma, imaginación, mente, intuición, pasión. Creo fuertemente que incluso viviendo una vida incierta y en tiempos de incertidumbre podemos alcanzar la paz con nosotros mismos y encontrar un hogar donde sea. Podemos viajar por todo el mundo sin ver nada; no se trata de adónde vamos, sino de cuánto podemos ver, y de escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor”.
Un podcast: Cuestión de práctica
Hay muchos podcasts sobre mindfulness, nutrición, salud y psicología. Debe haber unos cuantos que además juntan todos esos temas. Pero este podcast se ocupa de todos esos temas con seriedad, con sensibilidad, con respeto hacia uno, y con calidad y responsabilidad, porque lo hace Eli Bravo.
Los lectores venezolanos de Cósimo conocerán a Eli por su gran carrera en radio, pero no todos sabrán que al irse a Miami y al emprender su proyecto Inspirulina Eli hizo una transición de comunicador a psicoterapeuta. Con su talento de comunicador intacto, pero al servicio de otra óptica, su podcast Cuestión de práctica parte de su experiencia de transformación profesional, de terapeuta y de migrante, entre otras cosas, para conversar con sus invitados sobre cómo la psiconeuroinmunología investiga el vínculo entre nuestras emociones y nuestra capacidad para defendernos de las enfermedades, o sobre cómo uno prefiere hacer terapia en su propio idioma aunque viva en otro país donde no es la lengua predominante, o sobre los retos y los beneficios de la meditación. Es el podcast ideal para escépticos como yo.
Un app: Headspace
Hablando de meditación, seguramente ya has oído hablar de sus beneficios y es muy probable que alguien te haya comentado sobre Headspace, el app más popular para iniciarte en esta práctica de una manera sencilla y con los pies en la tierra, por decirlo de alguna manera. Para mí fue la diferencia entre sentirme completamente incapacitada para meditar y terminar incorporando la meditación como una actividad más en mi día a día. Una de las ventajas adicionales que tiene este app es su oferta infantil. No sólo enseña a los niños a meditar, sino que provee una interesante variedad de recursos para ayudarlos a transitar sus emociones y a entender mejor su realidad y sus retos. Practicar meditación y mindfulness en familia con este app no solo es fácil, sino que es divertido y realmente ayuda. Y en estos días, una ayudita para las familias, no nos viene nada mal. Encuentra toda la información aquí.
Cynthia Rodríguez es la fundadora de UpaUpa, una web para la preservación de nuestra lengua y la promoción de la lectura en la infancia.